domingo, 1 de abril de 2007

La frecuencia de un marcapasos

En los primeros marcapasos, la frecuencia era fija, 70 impulsos por minuto. La aparición de los transistores permitió que la frecuencia aunque fija, fuera programable, ya no tenía que ser forzosamente de 70, el médico podía programar otro valor, el marcapasos estimulaba al corazón, a la frecuencia que se consideraba más adecuada para cada paciente en particular, no obstante, la frecuencia cardiaca originada por el marcapasos no era en absoluto fisiológica.

Un corazón sano cambia de frecuencia, cambia sus latidos por minuto, en función de lo que estemos haciendo. Si estamos durmiendo, el corazón baja su frecuencia a unos 60 latidos por minuto. Si andamos sube a unos 90 o más, según el paso que llevemos. Estos cambios son posibles gracias a que el director del corazón, llamado Nódulo Sinusal, sabe lo que hace nuestro cuerpo, la cantidad de sangre que necesita nuestro organismo en todo momento y situación.

Para que un marcapasos pueda imitar en cambios de frecuencia, a un corazón sano, es preciso que el marcapasos tenga conocimiento de que hace nuestro cuerpo. Con esta finalidad se diseñaron los sensores.

Un sensor es un sistema electrónico, que permite al marcapasos saber si el paciente está en reposo o en actividad. Sabiendo esto, el marcapasos puede variar su frecuencia según el nivel de actividad que detecte. A más actividad, más frecuencia. A estos marcapasos se les denomina marcapasos de respuesta en frecuencia.

Los sensores disponibles en la actualidad, se pueden agrupar en dos tipos, de actividad y biológicos.



Actividad. Miden parámetros físicos. Son sensores que detectan las vibraciones que genera nuestro cuerpo cuando se mueve. Saben si estamos en reposo o si nos movemos y el grado de actividad física que estamos realizando.


Biológicos. Miden parámetros biológicos. Son sensores que saben las necesidades metabólicas de nuestro organismo. Estos sensores responden tanto a la actividad física como a la intelectual y a emociones. Existen dos tipos de sensores biológicos en el mercado, aunque hay otros en investigación.


Existe un sensor biológico que mide el número de respiraciones por minuto y la cantidad de aire de cada respiración, son sensores de volumen minuto respiratorio.

Otro sensor biológico es el de QT. QT es un intervalo cardíaco que corresponde al tiempo que pasa desde el final de la contracción del corazón hasta que el corazón queda totalmente relajado y listo para volver a contraerse. Es un periodo muy breve, de milésimas de segundo, pero al ser su duración directamente proporcional al nivel de adrenalina de nuestra sangre, nos ofrece una información muy precisa de la actividad metabólica que tiene nuestro cuerpo en ese preciso momento.

Para evitar muchos de estos artefactos se diseñaron los acelerómetros. Estos sensores de actividad responden aumentando la frecuencia del corazón, sólo si las vibraciones son antero - posteriores (las que presenta nuestro cuerpo al andar) o si aumentan de forma progresiva. En el ejemplo del autobús, el sensor detectará vibraciones verticales, de arriba abajo. Si nos zarandean, el sensor detectará unas vibraciones bruscas y aunque intensas no progresivas. En ambos casos, el sensor no aumentará o aumentará muy poco, la frecuencia del corazón.
Las vibraciones que genera un organismo con su movimiento, varían según nuestro físico y según como nos movemos. Para que este tipo de sensor indique la frecuencia cardiaca idónea para la actividad realizada, es preciso unos 30 días después de implantarlo, medir el grado de vibraciones de la persona a la que se le ha implantado y ajustar la frecuencia de respuesta de acuerdo con ellas.
Una mala programación puede originar taquicardias (aceleración excesiva del corazón) o una respuesta insuficiente del sensor. En ambas casos la persona que lo porta, puede tener síntomas, como palpitaciones o un cansancio desproporcionado para la actividad que está realizando.

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El sensor de actividad

Nuestro cuerpo sufre vibraciones cuando se mueve, si el movimiento es lento y suave, por ejemplo pasear, las vibraciones son de poca intensidad, si el movimiento es rápido y brusco por ejemplo saltar, las vibraciones son de mayor intensidad.
El sensor de actividad mide estas vibraciones por lo que sabe si estamos quietos o nos movemos. Conociendo nuestro grado de actividad, este sensor puede ajustar la frecuencia cardiaca del corazón a las pulsaciones necesarias para realizar el ejercicio que deseamos sin más cansancio que el que nos imponga nuestra condición física.
La ventaja de este tipo de sensor es que responde muy rápido ante la presencia de ejercicio. El gran inconveniente es que no responde a emociones. Si nos ponemos nerviosos, si estamos angustiados, si estamos enfermos…. Etc. El sensor no aumenta la frecuencia cardiaca de nuestro corazón.
Como ejemplo y consejo para aquellos que sean portadores de este tipo de sensor, en unas relaciones sexuales, el hombre tendrá una mayor erección del pene si está encima de su pareja, pues es él quien se mueve, si está debajo, al estar más pasivo, el sensor apenas responderá con el aumento de frecuencia cardiaca necesaria para mantener una buena erección.

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Entre los sensores de actividad cabe distinguir dos grupos. Los de actividad puros y los acelerómetros.

Los de actividad puros, responden a cualquier vibración de nuestro cuerpo, tanto si es por movimiento propio o por que nos mueven. Si vamos en autobús, especialmente si estamos sentados en el asiento situado sobre una de las ruedas traseras, nuestro cuerpo vibra con los baches y por tanto el sensor acelera nuestro corazón como si estuviéramos andando rápido o saltando. Si al saludarnos alguien nos da golpes en la espalda o nos zarandea, el sensor también acelerará a nuestro corazón.

Para evitar muchos de estos artefactos se diseñaron los acelerómetros. Estos sensores de actividad responden aumentando la frecuencia del corazón, sólo si las vibraciones son antero - posteriores (las que presenta nuestro cuerpo al andar) o si aumentan de forma progresiva. En el ejemplo del autobús, el sensor detectará vibraciones verticales, de arriba abajo. Si nos zarandean, el sensor detectará unas vibraciones bruscas y aunque intensas no progresivas. En ambos casos, el sensor no aumentará o aumentará muy poco, la frecuencia del corazón.
Las vibraciones que genera un organismo con su movimiento, varían según nuestro físico y según como nos movemos. Para que este tipo de sensor indique la frecuencia cardiaca idónea para la actividad realizada, es preciso unos 30 días después de implantarlo, medir el grado de vibraciones de la persona a la que se le ha implantado y ajustar la frecuencia de respuesta de acuerdo con ellas.
Una mala programación puede originar taquicardias (aceleración excesiva del corazón) o una respuesta insuficiente del sensor. En ambas casos la persona que lo porta, puede tener síntomas, como palpitaciones o un cansancio desproporcionado para la actividad que está realizando.

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Varices en invierno

Las varices son venas del sistema venoso superficial que han perdido su elasticidad.

La dilatación de las varices depende de varios factores, entre ellos la temperatura ambiental.

El momento idóneo de tratar unas varices es cuando están lo menos dilatadas posible. El frío es pues un elemento beneficioso para el tratamiento de las varices y por tanto para la salud.

Las paredes de las venas son elásticas. Cuando aumenta el flujo de sangre se dilatan, al disminuir se contraen adaptándose a las necesidades.
Si las paredes de una vena se dilatan en exceso, cuando cede la presión, las paredes no son capaces de recuperar su calibre, quedan ligeramente dilatadas. Ha nacido una variz. Cada vez que se dilatan más de la cuenta quedan algo mayores de diámetro. La variz va creciendo en calibre y extensión.

Al no ser elásticas, la sangre fluye por las varices más lenta que por las venas sanas. El calibre aumentado de la vena y la lentitud del flujo hace que quepa mucha más sangre en ese vaso. Si sumamos todos los excesos de sangre contenida en cada una de las varices, vemos que la cantidad de sangre que tenemos en las piernas es mucho mayor que la que deberíamos tener. Esta sangre pesa, por ello tenemos un exceso de peso en las piernas que es la razón de las "piernas pesadas" en personas con varices.

A más dilatada está la variz, más sangre retenida y por ello más peso en las piernas. En verano las varices se dilatan por la temperatura ambiental, por ello las personas con varices sufren más en verano. En invierno es todo lo contrario.

Las varices solo se curan eliminándolas. Se pueden operar o esclerosar. Siempre que sea posible, lo mejor es esclerosar.

La esclerosis consiste en secar la variz. No la extirpamos, queda sin sangre, queda muerta. El cuerpo se encargará de reabsorberla.

A más grade sea la variz, más nos costará secarla. A más grande sea, mayor inflamación de la piel ocasionaremos al secarla. A mayor inflamación, mayor riesgo de que la piel quede pigmentada. Por todo ello, lo ideal es secar la variz cuando esté lo menos dilatada posible.

El frío ambiental del invierno reduce el calibre de la variz, es pues más fácil secarla, provocamos menor inflamación y hay menor riesgo de que quede pigmentada.

Si se tienen varices, en invierno es cuando se tiene que acudir al angiólogo aunque sea la época en que menos molestan.

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Varices en invierno

Las varices son venas del sistema venoso superficial que han perdido su elasticidad.

La dilatación de las varices depende de varios factores, entre ellos la temperatura ambiental.

El momento idóneo de tratar unas varices es cuando están lo menos dilatadas posible. El frío es pues un elemento beneficioso para el tratamiento de las varices y por tanto para la salud.

Las paredes de las venas son elásticas. Cuando aumenta el flujo de sangre se dilatan, al disminuir se contraen adaptándose a las necesidades.
Si las paredes de una vena se dilatan en exceso, cuando cede la presión, las paredes no son capaces de recuperar su calibre, quedan ligeramente dilatadas. Ha nacido una variz. Cada vez que se dilatan más de la cuenta quedan algo mayores de diámetro. La variz va creciendo en calibre y extensión.

Al no ser elásticas, la sangre fluye por las varices más lenta que por las venas sanas. El calibre aumentado de la vena y la lentitud del flujo hace que quepa mucha más sangre en ese vaso. Si sumamos todos los excesos de sangre contenida en cada una de las varices, vemos que la cantidad de sangre que tenemos en las piernas es mucho mayor que la que deberíamos tener. Esta sangre pesa, por ello tenemos un exceso de peso en las piernas que es la razón de las "piernas pesadas" en personas con varices.

A más dilatada está la variz, más sangre retenida y por ello más peso en las piernas. En verano las varices se dilatan por la temperatura ambiental, por ello las personas con varices sufren más en verano. En invierno es todo lo contrario.

Las varices solo se curan eliminándolas. Se pueden operar o esclerosar. Siempre que sea posible, lo mejor es esclerosar.

La esclerosis consiste en secar la variz. No la extirpamos, queda sin sangre, queda muerta. El cuerpo se encargará de reabsorberla.

A más grade sea la variz, más nos costará secarla. A más grande sea, mayor inflamación de la piel ocasionaremos al secarla. A mayor inflamación, mayor riesgo de que la piel quede pigmentada. Por todo ello, lo ideal es secar la variz cuando esté lo menos dilatada posible.

El frío ambiental del invierno reduce el calibre de la variz, es pues más fácil secarla, provocamos menor inflamación y hay menor riesgo de que quede pigmentada.

Si se tienen varices, en invierno es cuando se tiene que acudir al angiólogo aunque sea la época en que menos molestan.

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jueves, 29 de marzo de 2007

Piernas hinchadas

Las piernas hinchadas es una de las patologías más frecuentes de salud en una consulta de angiología y entre las más frecuentes a los médicos de cabecera.

Las piernas hinchadas es una de las patologías más frecuentes en una consulta de angiología y entre las más frecuentes a los médicos de cabecera.

Hay muchas personas que sufren de edemas (hinchazón) de tobillos. El cuadro es tan frecuente debido a que las causas de hinchazón son múltiples.

El tipo de hinchazón más frecuente es el linfático, retención de líquidos. La circulación es la responsable del edema pero puede no ser la causa. Me explico, la retención es por problemas de circulación pero este problema puede estar originado por otra enfermedad. Así, una de las retenciones más frecuentes es por un defecto del apoyo de los pies, ya sean pies planos o una asimetría en la longuitud de las piernas (una pierna más larga que la otra).


La hinchazón de piernas consiste en una retención de líquidos. Los líquidos se retienen por defecto de retorno. El retorno de líquidos depende de dos sistemas circulatorios, el venoso y el linfático.

El sistema venoso de las piernas, retorna la sangre "sucia" para que sea limpiada de metabolítos en el hígado y riñones y oxigenada en el pulmón.

El sistema linfático retorna linfa a las venas superiores. La linfa contiene todos aquellos metabolítos que son demasiado grandes para entrar en la parte venosa de los capilares.

Para que se entienda mejor pondremos como ejemplo una casa. En la casa entran alimentos. Los alimentos son digeridos por los miembros de la familia y generan basura. Entre la basura tenemos residuos sólidos como latas, cartón...etc, y líquidos o semilíquidos como orina, heces, aceite usado...etc. Los residuos liquidos y semilíquidos se eliminan por los desagües y alcantarillas. Los sólidos no pueden pasar por estos conductos, se los llevan los basureros. Los desagües y alcantarillas serían los capilares y venas. Los basureros los vasos linfáticos.

Las causas más habituales y no graves de hinchazón son: Mal apoyo plantar. Procesos artrósicos articulares. Obesidad. Inactividad. Varices. Insuficiencia venosa profunda y Enfermedades sistémicas de las que hablaremos en otros capítulos.

1-El mal apoyo plantar es quizás la causa más frecuente de tobillos hinchados. Se ve muy a menudo, no son grandes hinchazones, es un tobillos que no tiene forma, como un cilindro. Cuidamos muy poco los pies, solo acudimos al ortopeda (traumatólogo especializado en pies y apoyo) cuando tenemos unos pies completamente planos. Entre los pies que apoyan correctamente y los pies completamente planos, hay muchos estadíos intermedios que habitualmente no se valoran y por tanto, no se tratan.

Cuando se sufre de mal apoyo plantar crónico (durante mucho tiempo), las pequeñas torceduras y falsos movimientos de nuestros tobillos, van lesionando los vasos linfáticos. Es como si a una ciudad se le fueran estropeando camiones de la basura. Cada vez hay menos, llega un momento en que los que quedan no son capaces de llevarse toda la basura que hemos generado. Quedan restos de basura en los contenedores, estos restos equivaldrían al edema linfático. Cuando ya quedan muy pocos camiones la basura se acumula y estos acumulos pueden provocar infecciones en la población. Cuando hay muy pocos linfáticos el edema es brutal y el riesgo de infecciones en las piernas es muy elevado.

La asimetría en longitud de las piernas genera tabién un mal apoyo agravado en este caso por alteraciones en rodillas, caderas y espalda. los edemas no suelen llegar a ser tan importantes como los de pies planos, pero os dolores de piernas son más intensos.

2-La artrosis es un desgaste anticipado de nuestros huesos. Por ejemplo, una persona de 50 años puede tener una rodilla de una persona de 80 años. Sigamos con este ejemplo, la persona de 50 años quiere tener una actividad de persona de 50 años, por ello forzamos una rodilla que quiere una actividad de persona de 80. Este trabajo aumentado para la rodilla, ocasiona inflamaciones y con cada inflamación se agrava el desgaste. Las inflamaciones son como las obras, generan mucha suciedad, esta suciedad ha de ser eliminada por los linfáticos. Hacemos un gran uso de estos vasos, a veces más de lo que pueden soportar por lo que algunos acaban rompiendose. En las artrosis la cosa puede agravarse pues las inflamaciones también pueden lesiones pequeñas venas. En este caso tendríamos un edema mixto, parte linfático y parte venoso.

3-La obesidad puede ser un grave problema para muchas partes de nuestro organismo. Aquí nos interesa el efecto negativo que tiene sobre los pies, las artrósis de artivulaciones de piernas y sobre el retorno venoso.

Los pies aguantan todo el peso de nuestro cuerpo. No hace falta ser un experto para entender que a más peso deban soportar, más sufren. podemos decir lo mismo para una articulación desgastada. Por ello, una obesidad agrava las hinchazones por mal apoyo plantar y por procesos artrósicos. Pero además, deteriora en retorno venoso, se estanca sangre en nuestras piernas.

Pongamos un ejemplo para entenderlo. Nuestras piernas son dos barriadas de una gran ciudad. La ha dispuesto basureros y alcantarillas estrategicamente dispuestos en calles y avenidas para una determinada población (la población sería el peso). Si aumentamos la población de forma estructurada, con ejercicio aumentamos el volumen de nuestros músculos, la ciudad construye más calles, alcantarillas y pone más basureros y todo sigue bien. Pero si aumentamos la población de forma indiscriminada (grasa sin músculo), no se construyen más calles ni más alcantarillas ni hay más basureros. El resultado es acumulo de basura y problemas de alcantarillado.

4-La inactividad ocasiona retención de líquidos. No se si alguno se ha preguntado alguna vez, como vuelve la sangre de los pies al corazón.

Es facil entender como llega, el corazón genera presión y por esta presión la sangre circula por nuestras arterias a todo el cuerpo. Pero la sangre queda sin presión en los capilares. En el caso de los pies, la sangre sin presión debe ascender contra gravedad hasta el corazón. El secreto para que pueda subir son los músculos y las válvulas venosas.

Las válvulas venosas compartimentan las venas, son estancas, y solo permiten el paso de sangre en sentido ascendente. Imaginemonos un tubo elástico lleno de sangre y con válvulas que solo permiten el paso en un sentido. Si lo apretamos, la sangre que hay dentro de él, saldrá a presión. Esto es lo que hacen los músculos de nuestras piernas con las venas, las muñén empujando la sangre que hay dentro de ellas hacia el corazón. Si no andamos, si no nos movemos, este muñido no exista, la sangre se remansa.

Todos hemos estado algún día horas sensados sin movernos o de pié sin andar y al llegar a casa y quitarnos los zapatos hemos notado una cierta hinchazón. Si esta pasividad dura un día tras otro, la hinchazón va creciendo.

5-Las varices son venas superficiales que han perdido su elasticidad. Al no ser elásticas los aumentos de presión las dilatan de forma progresiva. Al no ser elásticas, la sangre fluye más lentamente de lo que debería.

Al estar más dilatadas de lo debido, cabe en ellas más sangre de lo habitual, como además fluye más lentamente que lo deseable, podemos hablar de sangre remansada, sangre que pesa, por ello el primer síntoma que refiere una persona con varices es pesadez de piernas por la tarde noche. La sangre de estas varices empobrece la alimentación de la piel que las cubre por lo que el segundo síntoma pueden ser picores u otras molestias a nivel de las varices. Cuando las varices son muchas y grandes, aumentan la presión negativa sobre los capilares originando edemas vespertinos. La principal característica de estos edemas que que desaparecen totalmente con el reposo. Por las mañanas los pies están totalmente desinchados.

6-La insuficiencia venosa profunda es la falta de venas profundas o la insuficiencia de sus válvulas. Las válvulas que deberían ser estancas permitiendo el paso de sangre en un solo sentido, no cierran bien por lo que tienen reflujo.

El músculo al hacer el muñido de la vena, empuja la sangre tanto hacia el corazón como hacia el pie. Es facil de comprender el estancamiento de sangre que esto origina en las piernas. Este problema suele suele ser consecuencia de una antigua trombosis por lo que habitualmente, este problema suele aparecer en una sola pierna, en la que sufrió la trombosis. Tenemos por tanto a una persona que tiene edemas, a menudo importantes, en una pierna y en la otra pierna no.

El tratamiento de cualquier hinchazón debe siempre orientarse a solucionar el problema que la origina. Si solucionamos el problema y ayudamos a corregir el edema, curaremos la hinchazón.

1-Primero es tratar el mal apoyo. Debemos ser visitados por un ortopeda que indicará al podologo el tratamiento a seguir para curar o mejorar el mal apoyo. En verano asociaremos flebotónicos y algún diurético flojito. Lo ideal son los tratamientos diuréticos Homeopáticos. Pero ojo, la efectividad de los fármacos homeopáticos depende en gran medida de como han sido elaborados. Es aconsejable consultar a un especialista sobre cual tomar.

2-El tratamiento básico es el de la artrosis. Antinflamatorios fuertes en los brotes de artrítis y tratamiento antinflamatorio flojo de base para evitar brotes. El básico puede ser también Homeopático pero en estos casos no es aconsejable, sinó imprescindible, el que sea indicados por un especialista en Homeopatía. Es importante el ejercicio pero siempre sin cargar en exceso la articulación enferma. Si sufrimos de una rodilla, lo ideal es moverla sin que esta soporte el peso de nuestro cuerpo. Así, el mejor tratamiento rehabilitador es la natación. También podemos andar dentro del agua pues nuestro cuerpo pesa menos. Podemos hacer ejercicios estando estirados, un buen ejercicio de esta clase, se puede hacer en casa con aparatos de remo. Es aconsejable consultar al traumatólogo o reumatólogo, el tipo de ejercicio ideal para cada caso.

Con un correcto tratamiento farmacológico y rehabilitador la hichazón suele ceder al mismo ritmo que ceden los síntomas de la artrosis.

3-La hinchazón ocasionada por obesidad solo cederá a medida que ceda la obesidad. Se pueden y deben tratar los síntomas asociados pero si la persona no baja de peso solo pondremos parches. Los masajes, medias compresivas, pomadas....Solo serán efectivas si la persona controla lo que come y hace ejercicio, sin control de comida y ejercicio todos los tratamientos contra la obesidad no son efectivos.

4-La inactividad es un problema creciente en nuestra sociedad. Andamos muy poco. Los edemas secundarios a la inactividad se generan de forma lenta, por lo que cuando vemos a un paciente la hinchazón está estructurada y agravada por la falta de masa muscular. El único tratamiento es el ejercicio y entre tante medias bielásticas. Con unos ejercicios bien indicados se pude dar forma a las piernas y curar la hinchazón. A este tipo de pacientes les suelo aconsejar que pongan mucho interés en el tratamiento rehabilitador, pues pueden quedarles unas piernas muy bonitas.

5-El único tratamiento de la hinchazón ocasionada por varices, es quitar las varices si es posible. Mientras se quitan se deben usar medias bielásticas pues alivian los síntomas y ayudan al tratamiento de eliminación de las verices.

En algunos casos, las varices son la circulación de suplencia de las venas profundas. Esto ocurren el los casos de trombosis. Este tipo de varices no pueden eliminarse. Son la circulación de retorno por ausencia de venas principales. Se pueden tratar con medias bielásticas pero de compresión media y que se ajusten perfectamente al tipo de pierna de cada paciente. Existen este tipo de medias en el mercado, tienen diferentes medidas para un mismo número, según el grueso de tobillo, pantorrilla y muslos.

6-El tratamiento de un edema por insuficiencia venosa profunda no puede generalizarse. Es muy importante diagnosticar la causa de la insuficiencia. En algunos casos, las insuficiencias venosas profundas, especialmente las secundarias a trombosis, pueden ser síntomas de enfermedades mucho más importantes.

La salud es lo más importante

Implantación de un marcapasos y su consecuente mejora en la calidad de vida

La causa más común para implantar un marcapasos, es el enlentecimiento de la frecuencia la que late nuestro corazón. Podemos conocer el estado de salud.

En algunos casos esta caída de la frecuencia cardíaca es lenta y progresiva. En este caso el paciente va perdiendo en calidad de vida pero no sufre pérdidas de conocimiento. Como estos pacientes ya no son unos niños, suelen erroneamente relacionar su perdida de calidad de vida con la edad.

La causa más común para implantar un marcapasos, es el enlentecimiento de la frecuencia la que late nuestro corazón. En algunos casos esta caída de la frecuencia cardíaca es lenta y progresiva. En este caso el paciente va perdiendo en calidad de vida pero no sufre pérdidas de conocimiento. Como estos pacientes ya no son unos niños, suelen erroneamente relacionar su perdida de calidad de vida con la edad.

Tuve un caso de un paciente que venía arrastrando este problema durante más de dos años, finalmente fue a su médico de cabecera que le indicó la necesidad de implantar un marcapasos.

En su segundo control de marcapasos el paciente acudió a mi consulta con su esposa y hermano. Al paciente le daremos el nombre ficticio de Juan.

Pregunto- ¿Qué Juan, como va?

Juan- Bien doctor, muy bien

Esposa- Pero Juan…(el paciente no la deja seguir)

Juan- Tu cállate mujer, va bien doctor, va bien

Esposa- Pero Juan…(el paciente no la deja seguir)

Juan- Que te callas mujer, va bien doctor, apunte que va bien

Intercedo- Hombre, deje hablar a su mujer. ¿Que quería preguntarme señora?

Esposa- Mire doctor, cuando éramos novios, pues ya sabe, el furor de la juventud, usted ya me entiende. Después de casados, pues ya sabe, fue bajando la cosa. Desde hace unos dos años nada, nada de nada. Pero ahora, desde que le ha puesto el marcapasos, es que al menos uno al día, ¿esto es malo doctor?

Pregunto- ¿A usted le molesta?

Esposa- !No, a mí que me va a molestar!

Contesto- Pues entonces no se preocupe, disfrútenlo.

Finalizada la consulta el paciente y su esposa salen de la habitación, el hermano que no había abierto la boca, retrocede y me pregunta muy serio.

Hermano- Doctor, esto que le pasa a mi hermano es por el marcapasos

Contesto- Si, ahora su corazón vuelve a bombear bien la sangre. La erección del pene necesita de una buena presión de sangre. A mejor va el corazón, mejor erección.

Hermano- Doctor, ¿no me podría poner uno a mí?


Implantación de un marcapasos en un paciente de 82 años de edad

Una mayor calidad de vida afecta a la persona en todos los ámbitos de su vida y su salud

Me trajo su familia, un paciente de 82 años de edad afecto de cansancio. Lo tenía desde hacía unos 4 años, no había tenido mareos ni pérdidas de conocimiento.

Al explorarlo descubrí que su frecuencia cardíaca se movía entre los 40 y 50 latidos por minuto.
Expliqué al paciente y a sus hijos, que esta frecuencia era muy baja para una persona de su edad, no era peligrosa en el sentido de perder la vida, pero si que deterioraba en mucho su calidad de vida y era en gran parte, el origen de su cansancio.
La solución era un marcapasos que hiciera contraerse al corazón, a la frecuencia que su organismo necesitaba. Les expliqué que el corazón es como la bomba de gasolina de un coche. Si bombea poca gasolina el motor va bien mientras está al ralentí, pero si se intenta acelerar se cala. El cuerpo si recibe poca sangre del corazón, se encuentra bien mientras está en reposo, si anda se cansa y tiene que parar.
Aceptaron la implantación que transcurrió sin complicaciones. En la primera visita de control del marcapasos, me llamó la atención el buen humor del paciente y de sus hijos.

Yo - Veo que va bien, ¿se cansa menos?

Hijos - Si doctor, se cansa mucho menos pero esto no es lo más importante. Lo más importante ha sido su cambio de carácter.

Yo - Está más alegre.

Hijos - Nuestro padre siempre fue un hombre muy activo, era viajante de profesión. Cuando empezó a cansarse le cambió el humor. En estos últimos años se cansaba tanto que no salía de casa y su único entretenimiento era ver la televisión. Nuestros hijos son pequeños y al jugar pasaban delante de su sillón y no le dejaban ver la televisión. Él con su bastón les golpeaba para que se apartaran de tal modo que siempre quedaba un vacío entre ellos equivalente a la longitud de su bastón.
Desde que le ha puesto el marcapasos y no se cansa como antes, sale a pasear, se lleva a los niños y ¡ hasta les compra cosas !. Ahora los niños ya no solamente no se mantienen a distancia, se sientan en su regazo.